En el primer encuentro planifico el adiestramiento, teniendo en cuenta las características particulares del perro y las necesidades de sus propietarios. 

Trabajo en forma personalizada y exclusivamente en presencia del dueño, detectando las soluciones para cada uno de los integrantes de la familia y su conexión con el perro.

Las clases pueden ser domiciliarias o en espacios verdes públicos. De este modo puedo recrear y enfrentar las situaciones reales a las que cualquier dueño y su perro están expuestos en la vida cotidiana, dado que en estas circunstancias es donde el propietario debe sentirse seguro de poseer un buen control y un manejo adecuado de su mascota.

Enseño técnicas para formar o corregir las conductas del animal, lo cual implica necesariamente un gran nivel de compromiso del dueño, ya que el adiestramiento no es mágico, es sumamente importante el tiempo y  la práctica que pueda destinar a su perro.

Mi forma de trabajo es firmemente en positivo, es decir con premios (comida, juguete, caricias) y no en modo agresivo, de esta manera evitamos  forzar al perro a cumplir sus objetivos con poca comunicación sincera, sin elogio y mucha corrección.

Es importante que el perro disfrute de cada encuentro y asocie el adiestramiento a un momento divertido.

Me propongo como objetivo principal ofrecer la información necesaria que los propietarios puedan necesitar, para conseguir que la convivencia con sus mascotas sea excelente.